domingo, 4 de diciembre de 2011

PÍU AVANTI

Hay un lugar donde no podemos escaparnos de nosotros mismos, y es frente a un espejo, una sensación tranquila me trasmite la imagen que veo…una tranquilidad que con los años me fue transmitida por el SH´UAN FA y por sobre todas las cosas por el CHUN JOC JOSÉ VILCARROMERO.
Mis años de práctica fueron intensos y sólo un mes dejé de entrenar, cuando en un torneo me golpearon con una muy buena patada. Después de eso no recuerdo otro momento de no haber estado haciendo SH´UAN FA.
Luego llegaron los años de dar clases, el BOSQUE de PALERMO fue y es mi lugar. De a poco llegaban los alumnos con genuino interés…
…y me paso de todo…en las épocas de crisis post 2001 tuve clases de 30 alumnos y luego, pasada la crisis clases de 1 alumno – ¿paradoja? -, alumnos que en plena clase se fueron de la misma, ofuscados, molestos; alumnos que nunca más volví a ver en las clases – en este caso seguramente cansados de mi ¿exigencia? - o todo lo contrario-. También hubo que salir a las corridas buscando un taxi por algún alumno/a lesionado/a, lluvias, soles, frio o calor…
Nunca pensé en tener otro grado que no sea TZU SAO, lo digo porque frente a mí lo tengo al CHUN JOC o al TAI JOC y medirse con ellos es algo osado, al menos para mí. Ya ser TZU SAO –OBRERO DE LAS NUBES – es un honor y un gran  peso que me gusta llevar encima.
Tener nuevas técnicas siempre es algo que seduce en las ARTES MARCIALES, pero el saber que gracias a las que poseo pude resolver más de una situación difícil, ya me resulta gratificante y me brinda la seguridad de estar en el camino correcto. Estar atento, mirar al frente, trasmitir mediante un lenguaje corporal bien definido mi postura frente a los hechos y las personas.
Ser alegre y respetuoso con las personas, pero saber responder de la manera correcta a quien se comporta de la manera incorrecta, es también parte de lo aprendido durante estos años junto al CHUN JOC.
El mejor mensaje para ir terminando esta reflexión es que NUNCA SE DEBERÍA DEJAR DE PRACTICAR, es duro y casi imposible volver a entrenar luego dejar meses y/o años, muchísima fuerza de voluntad se necesita para resolver esa situación, y la fuerza de voluntad es algo que está faltando mucho en la vida de hoy…
El esfuerzo es arduo pero siempre la recompensa es ENORME. Lo supe cuando diferentes situaciones me enfrentaron a momentos difíciles en mi vida personal y familiar. Sé que es la fortaleza que cada practicante recibe como premio a su paciencia con el entrenamiento y el instructor – que muchas veces no es complaciente-…
 MUCHAS GRACIAS A TODOS MIS ALUMNOS...LOS DE AYER Y LOS DE HOY!!!

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