Esto viene a cuento de nuestro lugar de entrenamiento, ayer llovió y hoy el parque estaba en gran parte inundado; el estar al aire libre nos hace adaptarnos a los cambios climáticos, días de frío, de viento, soles cálidos o muy intensos, etc.
Estar en el parque moviliza nuestra capacidad de entender y apreciar distintas perspectivas que modifican las habituales forma para entrenar, una cosa que en salas cerradas no se puede apreciar del todo.
Las variables son muchas y poder tener esa capacidad para adaptarnos, nos permitirá trascender del simple hecho de una práctica de KUNG FÚ hacia los diferentes momentos de nuestra vida en general. Y darnos más herramientas para estar enfocados en las cosas que nos hace bien y hacemos bien, pero con la capacidad de adaptarse a los cambios que surjan en nuestro camino.
