lunes, 25 de abril de 2011

SAI BABA hacia la luz desde su propia luz

Yo he venido a encender la lámpara del amor en sus corazones, para hacer que cada día ilumine con renovado brillo. Yo no he venido en nombre de ninguna religión. Yo no he venido en ninguna misión de publicidad para ninguna secta, credo o causa; ni he venido a reclutar seguidores para ninguna doctrina. Yo no tengo planes de atraer discípulos ni devotos a mi causa o a ninguna causa. Yo he venido a hablarles de esta fe unitaria, de este principio espiritual, de este camino de amor, de esta virtud de amor, de este deber de amor, de esta obligación de amar.

Sai Baba

viernes, 1 de abril de 2011

Aprendizaje

El auténtico aprendizaje de un arte marcial es comparable con el recorrido de un sendero sinuoso, interminable y con muchas piedras a cada paso. El peregrino que lo transita va cuesta arriba durante largas jornadas en las que a os breves instantes de pleno sol les suceden densos nubarrones de tormenta.
Es un camino que muchos inician, pocos continúan y sólo algunos alcanzan: estos comprenden que el horizonte final es amplio y promisorio.
¿Un método? Sortear cada piedra del camino con alegría, sabiendo que las que vendrán pueden ser mayores.
Y al mirar hacia atrás no perder la memoria de cómo empezamos.
 Hay quienes no comparten este criterio y piensan que el aprendizaje de un arte marcial n no  debe emparentarse
  
con el dolor. Por el contrario, para quien lo practica la experiencia ha de ser placentera.
Una clase de artes marciales debe resultar agradable, es verdad. Pero también es verdad que sin exigencia no hay progreso. Esto implica, por lo general, derribar muros que muchas veces sondean los límites del esfuerzo físico.
Pero por la misma razón, nos permite avanzar hacia una mayor fortaleza interior, toda vez que el derribar muros significa superar barreras mentales.
En los tiempos que corren cobra cada vez más cuerpo el concepto de arte marcial social, liviano, abierto a todos.
Esta tendencia tiene algo de positivo, pues permite el acceso de personas que ante una práctica dura no tendrían posibilidades. Pero también se corre el riesgo de irse al otro extremo y convertir el arte marcial en una simple gimnasia.
Es cierto, entonces, que no debe ser penoso el camino hacia el crecimiento en un arte marcial; pero por favor, que nadie crea que va a lograr un buen dominio del arte y una evolución espiritual acorde sin impregnarse de transpiración o sin acopiarse en u haber de unos cuantos magullones.
                                            Extractado del libro PENSAMIENTOS de un artista marcial
                                            Autor Daniel Antonio Spinato  editorial Planeta.

Cuando necesito una palabra sabia palabra acerca del entrenamiento del arte marcial y su influencia sobre la vida diaria de quién la practica, recurro a este libro.
Ante la lesión de un alumno, recuerdo las mías en mis épocas novicias y veo mi sensación de pena ante lo ocurrido, pero también noto la entereza de quién se lesionó y me digo que el arte marcial    
  ha dado recursos para sortear este obstáculo que la vida le ha deparado. Tanto en lo físico, como en los aspectos mental y espiritual.
La lesión de Octavio me recuerda los momentos vividos con Martín Hendler y Celeste Secos, y como fueron superando esos momentos de malestar físico.
Un gran abrazo a Octavio, y este momento será superado por la gran actitud mostrada ayer.
Y, espero, que todos los compañeros/amigos de “Octo” le brinden un pensamiento de luz para su recuperación, que sin duda será total.

Meditación por JAPÓN y por todos


Hemos recibido un nuevo mensaje de Megumi desde Japón para pedirnos un favor,"quizá el último", dice. Lo reproducimos traducido a continuación. Megumi vive en Tokio y es traductora, habla cinco idiomas (japonés, inglés, francés, español y hebreo). En estos momentos está colaborando como voluntaria de traductora para varias ongs internacionales en la zona del desastre en Japón. Su "Carta urgente desde Japón" que publicamos ayer en el blog ha tenido una gran difusión, gracias:


Todas vuestras voces de amor y apoyo están llegando aquí. He leído
todos vuestros mensajes, pero siento no poder responder a cada uno
personalmente. Todos sentimos que estáis con nosotros.
Gracias.
Gracias.

Queridos amigos,
Tengo otro favor que pediros.

Desde anoche empezamos a reunirnos entre amigos a las 21h en Japón para orar y meditar.

Creo en el poder de la meditación y la oración.

Es la forma más fácil y más poderosa para conectarnos a todos.

Hay dos puntos en los que nos podemos enfocar. En primer lugar, NO nos centramos en la desdicha personal. Nos centramos en sanar a toda la humanidad, en toda la existencia y todo el planeta Tierra. En segundo lugar, nos centramos en transformar la ultranegativa energía radiactiva en la ultrapositiva energía del amor .
La energía no se destruye, pero puede transformarse.

En la práctica, esto es lo que hacemos: en primer lugar, abrimos nuestro corazón. A continuación, visualizamos a la Tierra cubierta con luz dorada que entra en toda existencia individual hasta que la Tierra comienza a brillar por sí misma, y rezamos para que una sustancia de hielo azul enfríe el reactor nuclear y lo convierta en la cosa más bella que cada uno pueda imaginar. (¡Un amigo lo transformó en una hermosa rosa roja!)
Podéis hacerlo de otro modo, pero es importante centrarse en lo mismo a cada momento.

Incluso si no cree en ello, por favor, inténtalo. Quedan muy pocas cosas que se puedan hacer y una de las mejores es ésta.

No sé cuánto tiempo nos queda, pero como dijo Martin Luther King: "Aunque el mundo se fuera a acabar mañana, todavía hoy plantaría un árbol". Y esta es mi manera de plantar el árbol. Por favor, únete a nosotros!

A las 14h (hora española), durante 15 minutos.

Me dicen que ahora mismo me vaya del país o hacia el sur de Japón. Pero siento que estoy en el lugar adecuado en el momento adecuado.

Por favor, envía la convocatoria de esta oración/meditación a tus amistades. ¡¡Gracias!!

Con amor,

Megumi