al costado del VELODROMO de LANÚS, una calle sin terminar, un macadam duro y polvoriento de cemento, los músculos tensos y la trasnpiración refrescada por un viento fresco. Sensación de fortaleza y de "me estoy quedando sin fuerzas".
La boca seca y pastosa, pero la sed sólo aparece si se piensa en ello, eso es lo que siento en cada RETIRO: el pensamiento juega malas pasadas si uno se detiene en ello, me gusta hacer la técnica junto a quienes me toca entrenar, me siento en síntonia y dentro de esa SINERGÍA.
Luego un regreso pausado y en meditación, el vaso de agua que tomaremos tendrá la enormidad de un manantial. NO, no dije dos vasos dije un sólo vaso para tomar al regresar.
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