viernes, 22 de octubre de 2010

Hanami (花見, lit. "ver flores") - HOY el Lapacho en flor




EL REY DE LOS LAPACHOS ESTÁ EN PLAZA ITALIA
El lapacho es un árbol autóctono del sur de América Latina. En Argentina, Paraguay, Perú, Brasil y Bolivia crece en forma natural y sus ejemplares pueden llegar a medir 45 metros de alto con troncos de casi dos metros de diámetro y grandes flores de color púrpura.

Los guaraníes y otros grupos indígenas de la región utilizaban su madera para hacer utensilios y elementos varios. De hecho, en Brasil al árbol se lo llama Pau D'Arco, o sea, palo de arco, porque con su madera fabricaban flechas. Además, los indios lo tomaban en infusión para tratar distintas enfermedades como malaria, anemia, colitis, problemas respiratorios, resfriados, tos, gripe, fiebre, artritis y reumatismo.

En la actualidad, la madera del lapacho también es muy valorada por su gran calidad pero, en las últimas décadas el mayor interés que despierta esta especie vegetal está en sus virtudes como planta medicinal.

"El lapacho es un adaptógeno auténtico, incluso es un eficiente antioxidante. Además tiene acción antibacteriana, antiviral, antiinflamatoria, antifunguicida y laxante", afirma Hugo Golberg, Vicepresidente de la Asociación Argentina de Fitomedicina.

En Alemania, Italia, Francia y Brasil - donde grupos científicos siguen estudiando sus propiedades - el interés científico está centrado en dos temas: el cáncer y el SIDA. Sobre esto, Golberg explica que "hay muchos trabajos de investigación científica hechos sobre la actividad anticancerígena del lapacho; y la actividad contra el HIV".

El poder de los principios activos de la planta, se encuentra en la corteza interna y se comercializa en diferentes formatos. También se vende para preparar infusiones y consumirlo en forma de té y se incluye en el preparado de cremas antiarrugas. Las bondades del lapacho se conocen y aprovechan en todo el mundo, y los principales países consumidores son Francia, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos.






El lapacho es imagen de dureza y resistencia. Con su madera se fabrica aquello que debe soportar la intemperie y los atropellos de la fuerza animal. Las mejores tranqueras son de lapacho, lo mismo que los bretes y las mangas.
su principal cualidad es la resistencia y la dureza de su madera que no se pudre.
Y sin embargo no hay cosa más tierna que el lapacho, cuando se lo va a encontrar entre los montes misioneros. Es un árbol esbelto, femenino en su talle. De hojas suaves y luminosas, que el viento mueve casi sacándoles un gesto humano. Su copa se abre allá arriba como un rostro sobre un tronco sin desperdicio y sin espinas.
Y en septiembre, es lapacho es una niña quinceañera. Antes de recuperar sus hojas, se viste todo de rosado en un reventón de flores que regala en abundancia, embelleciendo la geografía que lo acoge. Es el centinela de los montes, que descubre antes que los demás la llegada de la primavera. Lo que el Jacaranda es en azul , el lapacho lo es en sonrojo. El invierno lo despoja de sus hojas pero antes de volver a vestirlo, la primavera le regala toda su ternura que sólo la selva virginal puede entregar a sus criaturas.
El hanami es de origen japonés y consiste en observar la belleza de las flores. En la época en que florecen la gente se acerca a los parques con sus manteles a hacer pic-nics y contemplar la naturaleza.

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