jueves, 18 de noviembre de 2010

A QUEMAR LAS NAVES!!!

En el año 335 a.C., al llegar a la costa de Fenicia, Alejandro Magno debió enfrentar una de sus más grandes batallas. Al desembarcar comprendió que los soldados enemigos superaban en cantidad, tres veces mayor, a su gran ejército.
Sus hombres estaban atemorizados y no encontraban motivación para enfrentar la lucha. Habían perdido la fe y se daban por derrotados. El temor había acabado con aquellos guerreros invencibles.
Cuando Alejandro Magno hubo desembarcado a todos sus hombres en la costa enemiga dio la orden de que fueran quemadas todas sus naves.
Mientras los barcos se consumían en llamas y se hundían en el mar, reunió a sus hombres y les dijo: " ¡Observen como se queman los barcos, esa es la única razón por la que debemos vencer, ya que si no ganamos, no podemos volver a nuestros hogares, y ninguno de nosotros podrá reunirse a su familia nuevamente, ni podrá abandonar esta tierra que hoy despreciamos!
¡Debemos salir victoriosos en esta batalla, ya que solo hay un camino de vuelta y es por el mar.
¡Caballeros, cuando regresemos a casa lo haremos de la única forma posible, en los barcos de nuestros enemigos! "

Cuantas veces la falta de fe, el temor y la inseguridad, el estar atado a lo seguro nos priva de conseguir nuevos éxitos, nos hace renunciar a los cambios, nos hace renunciar a los sueños, nos hace negar los anhelos y las metas que están grabadas en lo más `profundo de nuestros corazones.
Cuantas veces la seguridad de poseer algo, nos hace renunciar a la posibilidad de conseguir algo mucho más cuantas veces lo que tenemos fácilmente a nuestro alcance nos impiden crecer, haciendo que la seguridad se convierta en mediocridad, en fracaso y en monotonía.

Debemos saber que perseverando todo puede lograse. Que el amor y la fe nos dan la fuerza necesaria para obrar milagros en nuestras vidas si así lo deseamos.
Que las personas perseverantes inician su éxito donde otras acaban por fracasar
Que ningún camino es demasiado para el hombre que avanza decidido y sin prisas teniendo claro sus objetivos

El ejército de Alejandro Magno venció en aquella batalla, regresando a su tierra a bordo de los barcos conquistados al enemigo.

Los mejores hombres no son aquellos que han esperado las oportunidades, sino quienes las han buscado y las han aprovechado a su tiempo, quienes han asediado a la oportunidad. quienes la han conquistado.
La conquista puede ser un amor, conocimientos, trabajo, riquezas materiales o espirituales, todo está a tu alcance, vos podés plantearte las metas y los objetivos que deseas.
Las condiciones para lograr el éxito no son siempre fáciles, no hay otro método que trabajar duro, ser tenaz, soportar, tener fe, luchar, creer siempre, no rendirse y jamás volver la espalda.


QUEMAR LA NAVE


El día o la noche en que por fin lleguemos
habrá que quemar las naves
pero antes habremos metido en ellas
nuestra arrogancia masoquista
nuestros escrúpulos blandengues
nuestros menosprecios por sutiles que sean
nuestra capacidad de ser menospreciados
nuestra falsa modestia y la dulce homilía
de la autoconmiseración
y no sólo eso
también habrá en las naves a quemar
hipopótamos de wall street
pingüinos de la otan
cocodrilos del vaticano
cisnes de buckingham palace
murciélagos de el pardo
y otros materiales inflamables
el día o la noche en que por fin lleguemos
habrá sin duda que quemar las naves
así nadie trendrá riesgo ni tentación de volver
es bueno que se sepa desde ahora
que no habrá posibilidad de remar nocturnamente
hasta otra orilla que no sea la nuestra
ya que será abolida para siempre
la libertad de preferir lo injusto
y en ese solo aspecto
seremos más sectarios que dios padre
no obstante como nadie podrá negar
que aquel mundo arduamente derrotado
tuvo alguna vez rasgos dignos de mención
por no decir notables
habrá de todos modos un museo de nostalgias
donde se mostrará a las nuevas generaciones
cómo eran París el whiski Claudia Cardinale

Mario Benedetti (Paso de los Toros, Departamento de Tacuarembó, Uruguay, 14 de septiembre del 1920). Bautizado a la usanza italiana con 5 nombres, Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia, vivió desde los 4 años en Montevideo, donde hizo sus estudios y se inició en la escritura. Trabajó en varias revistas, como crítico literario y de cine y publicando sus cuentos y poesías.

En 1973, tras el golpe militar en su país parte a un exilio de 10 años en Argentina, Perú, Cuba y España. Ganador de varios premios de Literatura de importancia, su prolífica escritura (más de 80 obras) incluye cuentos, ensayos, poesías y novelas. En su pluma se destaca la sencillez y claridad con que describe las vivencias de todo ser humano. Muchas de sus obras han sido adaptada para el cine, la televisión y la radio (la novela La Tregua inspiró una película argentina del mismo nombre que a llegar a ser finalista por el premio Oscar, le dió a benedetti trascendencia internacional).

Pero más conocidos aún son muchos de sus poemas, inmortalizados como canciones por cantantes de la talla de Joan Manuel Serrat (El sur también existe, Hagamos un trato, Una mujer desnuda y en lo oscuro); Nacha Guevara (Te quiero, Por qué cantamos), Sandra Mihanovich, Daniel Viglietti, Jairo y mas de 40 artistas de todo el mundo

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