El sábado hubo clase de entrenamiento con el SÍFU JOSÉ VILCARROMERO, instructor principal de nuestra Escuela, el clima nos acompañó con una hermosa tarde y con la minuciosa dedicación al detalle de las técnicas a realizar recibimos las indicaciones de nuestro Maestro.
LA DISCIPLINA que requiere practicar ARTES MARCIALES no es fácil de mantener en el tiempo, la constancia sumada a la superación de aquellas complicaciones que nos suele presentar la vida, hace de esta práctica un camino sinuoso; pero si se sabe caminar a paso firme se entra en un círculo virtuoso.
Tal vez no haya nada demasiado brillante para mostrar a los ojos de un descuidado, pero se aprende a percibir el encanto de estar vivo y disfrutar de las cosas, por eso ese dolor físico más el cansancio luego de una clase especial como son la de los sábados es simplemente eso: un dolor físico, que al superarlo nos fortalece...esa sensación tan reconfortante de SENTIRSE INVENCIBLE al menos por unos momentos.
No es poca cosa, en un mundo con tantos sufrimientos y malestares de todo tipo.
Lamentablemente no es el momento más esplendoroso de mi grupo de Kung Fú(en cuanto a cantidad de practicantes) pero los que estamos recibimos las enseñanzas con auténtica energía y finalmente nos vamos con una sonrisa a casa...¿hace cuanto que no te sonreís con ganas?
Igualmente a la llegada del SÍFU al parque, hay que sumar alumnos de otros intructores y EL CHI que se genera es PODEROSO.
Muchas gracias SÍFU JOSÉ VIULCARROMERO por su visita y por sus palabras finales.
LA LEALTAD Y LA AMISTAD son valores que ud me hizo apuntalar, gracias a DIOS en mi familia siempre fueron valores a tener en cuanta, pero ud reforzó a los largo de todo este tiempo.
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