Ojalá ninguno de mis alumnos piense que la muerte es el final de la vida....el cerezo de flor de la casa de mis padres lo plantamos junto a mi madre hace como 20 años...y dos cosas: ese cerezo fué un árbolito que no pudimos vender(en esa época junto a mi madre vendiamos plantas y flores en una feria)...cualquiera puede pensar: QUE MALA SUERTE NO LA VENDIERON....
Y otra cosa: pasó el tiempo y sigue floreciendo ante la llegada de la primavera, aunque mi mamá no está en este plano...su energía está bien plena en el jardín de la casita de VILLA ALBERTINA....QUE BUENA SUERTE QUE NO LA VENDIMOS...
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