Muchas veces mientras entrenamos en el parque, que nos cobija desde hace 11 años, alguien siempre se acerca a preguntar sobre la actividad que realizamos. Se les ve en la cara que están interesados con genuino interés, yo les respondo y por lo general suelo darles una tarjeta con mis datos.
La pregunta que siempre me hacen es: ¿QUÉ ES LO QUE HACEN? Yo respondo KUNG FÚ ESTILO SHAOLIN SH”UAN FA. Pero la pregunta donde suelo notar un rictus de decepción ante mi respuesta es: ¿Y DONDE PRACTICAN? Sencillamente respondo: ACÁ EN ESTE PARQUE.
Luego se van y por lo general no vuelvo a saber de ellos.
Es lógico, no es tan fácil decidir comenzar una actividad física, mucho menos una que tiene una enorme implicancia marcial, y para colmo realizarla en un entorno al aire libre.
Entrenar un arte marcial es para todos y hacerlo en un ámbito al aire libre y público también es para todos, pero no todos pueden hacerlo. Y no es por snobismo-quién me conoce sabe que de snob no tengo ni media palabra- ni por ser sectario que lo digo, tiene que ver con la voluntad de acercarse hasta el parque y es esa misma voluntad en estos tiempos que corren la que está faltando y en gran cantidad.
Considero a quienes continuamente van a entrenar al BOSQUE, como reales artistas marciales cuyo KUNG FÚ ya lo están realizando desde el primer paso que dan para salir de su casa y acercarse hasta el parque donde nos conectamos con nuestro SH¨UAN FA.
Creo firmemente que entrenamos en un ámbito fantástico, que es urbano sin lugar a dudas, pero rodeado de Palos Borrachos, Jacarandá, Pinos de variadas clases, Ombúes, Lapachos y aves tan variadas como Horneros, Jilgueros, Loritos, Cardenales, Tordos y tantos pájaros más inclusive de gran porte como son Los Caranchos que audaces desafían con su vuelo los cielos ciudadanos de Palermo.
Entrenamos y casi sin querer logramos una auténtica simbiosis con ese entorno, las tantas veces manoseada palabra ECOLOGÍA -muchas veces usada para quedar políticamente correctos- se hace carne en nosotros pero de una manera natural, sintiéndonos a gusto por el contacto con esa naturaleza urbanizada. Sin más pretensiones que disfrutar del sol, la sombra y el pastito verde y fresco.
Espero haber sido claro en mis conceptos, invitandolo a participar de nuestras clases.