La energía utilizada en las patadas o golpes con manos y/o armas no son precisamente para acariciar.
Y alguna vez todos quienes practicamos, seguramente nos hemos preguntado: QUE ESTAMOS APRENDIENDO EN VERDAD? Es el fin último de las ARTES MARCIALES derrotar a un oponente?
En verdad si la adquisición de esta fuerza ofensiva no se integrara a un concepto de humildad no tendría sentido, si todo esto estuviera al servicio de un EGO INFLADO sería realmente penoso.
Entrenar SHAOLÍN SHUAN FA nos enfrenta a nosotros mismos. nuestros miedos, inseguridades, frustraciones, carencias, en fin nuestras barreras físicas y emocionales.
El resultado de un entrenamiento continuo es un lenguaje corporal firme, seguro y bien predispuesto al disfrute de la vida con sus buenaventuranzas y problemas.
Todos los movimientos de ataque y defensa son representaciones de "VIDA O MUERTE", y el miedo a la muerte es el GRAN OBSTÁCULO.
En esencia, este miedo nos induce a quedar fijados a cosas del pasado. A ideas que inmovilizan, prejuicios. tendencia a retener y apresar cosas. produce rigidez y perdida del control del cuerpo, de la mente y como consecuencia del espíritu, imposibilitando adaptarse a los cambios que renuevan.
Convivir con la idea de la muerte, no es para convertirla en el centro de preocupación o tristeza, sino para utilizarla de manera creativa en favor de la vida.
Vivenciar el AQUÍ Y AHORA, sin preocuparse tanto por trivialidades o perder el tiempo en criticar y protestando.
Nuestro ARTE MARCIAL como en otras ESCUELAS, les hace entender a cada practicante asumir la RESPONSABILIDAD de vivir una vida libre y enriquecedora, con una FÉ inquebrantable para animar a su entorno a sentirse protegidos.
